martes, 22 de mayo de 2012

Efectos psicológicos de las prisiones II.


¿Cuánto se le debe pagar a una persona que sufrió un daño psicológico? La respuesta lógica es que ningún dinero es suficiente para quitar el sufrimiento producido en un daño psicológico, sin embargo, en cualquier momento el psicólogo forense podrá ser solicitado para dictaminar sobre la existencia o no de un daño psicológico y cuantificar ese daño psicológico, es decir, se le solicitará al perito psicólogo que determine el valor económico suficiente para reparar el daño psicológico. Y por ello, algunos psicólogos han recurrido a una “técnica” para cuantificar el valor de este daño. 
Hay autores que califican esta técnica de inmoral, y afirman que la reparación del daño psicológico es imposible, que el término “reparación” se refiere a componer una cosa, dejarla como estaba antes de un incidente, por lo tanto, no se puede reparar del dolor o daño emocional, pues siempre quedará una cicatriz o huella psicológica del trauma vivido.
Pero el hecho de que sea inmoral e irracional reparar el daño psicológico a través de un monto económico, no significa que el hecho traumático quede impune y se deje a la víctima en total desamparo. En todo caso lo que se buscaría es darle a la víctima, al dañado, al que ha sufrido un daño psicológico un medio por el cual compense, en lo posible, los sufrimientos emocionales y psicológicos padecidos a través de una indemnización.

¿Cómo indemnizar un daño psicológico? ¿Cómo compensar un daño psicológico? ¿Qué sensación placentera puede atenuar el sufrimiento sufrido por un hecho traumático? ¿Qué posibilidad de desarrollo humano se le puede otorgar a una víctima de daño psicológico que sufrió una disminución de su personalidad por un evento traumático? ¿Qué podría compensar la disminución de las funciones psicológicas de una víctima de un evento traumático?

Macarena Tornos Alonso



Efectos psicológicos de las prisiones I

Las personas que ingresan en un centro penitenciario se encontraran en un ambiente caracterizado por el aislamiento afectivo, la vigilancia permanente, la falta de intimidad, la rutina, las frustraciones reiteradas y una nueva escala de valores... Los reclusos se someten a una sobrecarga emocional que facilita la aparición de desajustes en su conducta en el mejor de los casos o comportamientos francamente patológicos, sobre todo si previamente ya había una personalidad desequilibrada en el momento de la entrada en prisión. Autores como Elena Azaola, Cristina J. Yacamán o Jesús Valverde que señalan las consecuencias que tienen las prisiones sobre la personalidad, el daño psicológico que puede provocar la falta de libertad en las personas. Y todos estos daños y consecuencias se intensifican con el trato que reciben los reclusos y las condiciones  del las prisiones de las que hemos estado hablando durante las sesiones anteriores. 

Efectos según Del Rincón y Manzanares, 2004:
- Biológico:  problemas para conciliar el sueño, problemas de privación sexual, sensoriales (visión, audición, gusto, olfato...).
- Psicológico: pérdida de la autoestima, deterioro de la imagen del mundo exterior debido a la vida monótona y minuciosamente reglada, acentuación de la ansiedad, 
aumentos del instinto de ataque al no ser posible la huida,la depresión, el conformismo, la indefensión aprendida, la dependencia.
- Social: , alejamiento familiar, laboral, aprendizaje de pautas de supervivencia extremas (mentir, dar pena, etc.).

Trabajo 'Encierro y resistencia en las cárceles de mujeres en Argentina' http://lasa.international.pitt.edu/Lasa2000/Nari.PDF
Los efectos de la cárcel sobre el preso: consecuencias de internamiento penitenciario. Jesús Valverde. http://www.me.gov.ar/curriform/publica/valverde_efec_carcel.pdf


Macarena Tornos Alonso

martes, 15 de mayo de 2012

Unidades Externas de Madres


Cuando hablamos de la convivencia de las madres en prisión con sus hijos menores, es normal pensar que una cárcel no es el mejor lugar para el desarrollo emocional y psicológico del niño. Sin embargo, es innegable el derecho de la madre y el de su hijo a permanecer juntos.

En los últimos años de la década de los ochenta, se pusieron en marcha Unidades Dependientes, Unidades de Madres, Escuelas Infantiles e incluso Módulos Familiares dentro de los centros penitenciarios.

A pesar de los grandes avances que esto supuso, estos módulos no resolvían adecuadamente la situación de los menores que acompañan a sus madres durante su internamiento, así en el año 2004 se crea una comisión de trabajo para mejorar las condiciones de vida de este sector de la población y como resultado surgieron lo que hoy se denominan Unidades Externas de Madres.

Basándome la publicación del Ministerio del Interior sobre este tema, intentaré responder a las siguientes cuestiones, ¿Qué clase de internas pueden  acceder a estos centros? ¿Es realmente un entorno adecuado para los menores? ¿Bajo qué circunstancias se encuentran? ¿Hasta qué punto se da un desarrollo normal en la vida cotidiana del menor?
Mª Verónica Viúdez

CONSTRUYENDO MI IMAGINARIO


En casi todas las sesiones que hemos tenido y con independencia del grupo que expusiera, ha surgido la polémica en relación a las ideas preconcebidas que tenemos sobre la cárcel, los inmigrantes, los gitanos, la prostitución, etc.
A raíz de ello, cabe preguntarse (o al menos yo me lo pregunto) ¿por qué pensamos lo que pensamos? Es indudable que vamos construyendo nuestras ideas por lo que vamos experimentando, pero también por lo que recibimos de los demás y en gran medida a través de los medios de comunicación.
Si esto es así, ¿cómo tratan los medios las noticias vinculadas a la cárcel o a los delitos en sí?
Para intentar dar respuesta a esta cuestión, he revisado cincuenta noticias aleatorias publicadas en cuatro periódicos de tirada nacional y los resultados no dejan de ser sorprendentes...
Además nada de esto es inocuo para la sociedad. Muchas de las noticias que se tratan de manera parcial y por tanto, creando una sensación social que no siempre se ajusta a la realidad, terminan por modificar el código penal.
Pero no todo es tan negativo. Algunos medios también tratan de plasmar la otra cara de la moneda: cómo se vive en las prisiones, qué se hace para trabajar la reinserción, qué actividades se realizan en los centros penitenciarios...
Aquí os dejo el enlace de uno de esos documentales que trabaja con internos en la reinserción y en el consumo de drogas:


En mi opinión, es importante que aprendamos a mirar más allá del titular o del informe para poder ser trabajadores/as sociales más libres.

Tania Velasco 

lunes, 14 de mayo de 2012

REFORMA DEL CÓDIGO PENAL

Hace un mes aproximadamente el Gobierno anunció una reforma del Código Penal, la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la ley orgánica de protección de la seguridad ciudadana. 
Entre las medidas está el endurecimiento de las sanciones para la violencia callejera, incluir como delito de atentado a la autoridad la resistencia pasiva, criminalizar la difusión a través de redes sociales de manifestaciones o concentraciones, etc. Esto puede suponer hasta la pena de dos años de prisión para que los fiscales puedan pedir la prisión preventiva.
Intelectuales y abogados piensan que esto es inviable porque hay un mayor hacinamiento dentro de las cárceles a pesar de que los índices de criminalidad de España están por debajo de la media europea. Además, nuestro Código Penal es más duro que en el resto de Europa.

A DEBATE:
Si estas personas detenidas van a prisión, ¿cuáles serían los efectos que sufrirían?
¿Cuál creéis que es el verdadero motivo por el que toman estas medidas? ¿Creéis que tienen el efecto que desean? 

Verónica Jiménez.

martes, 8 de mayo de 2012

TRASTORNOS MENTALES COMO CONSECUENCIA DEL CONSUMO DE DROGAS. TRATAMIENTO EN PRISIÓN



La Fundación Manantial y Obra Social Caja Madrid han presentado un “Informe de prevalencia de trastornos mentales en centros penitenciarios españoles” (PRECA). Se trata del primer estudio que analiza datos epidemiológicos relacionados con la salud mental de los internos y puede ser de gran interés para nuestro tema ya que pone de manifiesto la estrecha relación entre el consumo de drogas y el trastorno mental.
Según los datos recogidos, el 80% de los presos españoles ha padecido en algún momento de su vida un trastorno mental. De esa población reclusa, un 76% presenta historia de trastorno por uso de sustancias, principalmente el alcohol y la cocaína, siendo muy frecuente la combinación de diferentes sustancias (el policonsumo).
Por ello, se deberían implementar programas específicos para tratar los trastornos por uso de sustancias. Según el doctor Vicens, coordinador del estudio PRECA,  Los médicos que atienden de primera instancia a los presos deben incluir dentro de su evaluación la detección de patologías psiquiátricas y muy especialmente hacer una historia muy detallada del consumo de sustancias”.
¿Y si el consumo se afrontara desde Salud y no exclusivamente desde Servicios Sociales? ¿Deberían ser los servicios de salud penitenciaria los que implementaran los programas específicos para tratar los trastornos por uso de sustancias?

Verónica Pastor Fernández

Bibliografía:

martes, 24 de abril de 2012

PRESOS F.I.E.S

F.I.E.S.: Fichero de Internos de Especial Seguimiento. Es un instrumento utilizado por la administración penitenciaria con diversos objetivos de control.
Este fichero incluye 5 grupos en atención a delitos cometidos, repercusión social de los mismo, pertenencia a bandas organizadas y criminales, peligrosidad, etc.
Se ejercen una serie de controles por el centro penitenciario sobre el interno como por ejemplo: grabación de todas las llamadas telefónicas, control de la comunicación del preso con el abogado, demora en exceso para lograr los Permisos de Salida, y muchas más.

Aquí os dejo un vídeo que puede ser de interés sobre el tema: http://www.youtube.com/watch?v=aESGAaw9CLY

María Peinado Villegas.